Se inicio como un experimento hace dos años y ahora se han convertido en una herramienta indispensable en la vida de pobladores de las zonas más pobres de Lima que a su vez, sufren de escasez de agua. Se tratan del “Atrapanieblas”.
Parecen enormes redes de voleibol abandonadas en las laderas de las colinas que tiene nuestra capital, miran al océano Pacífico y tienen la capacidad de capturar la niebla en su malla de plástico grueso y las gotas caen en canales que desembocan en taques del tamaño de una piscina ubicados metros más abajo.
En el asentamiento humano Bellavista, en Villa María del Triunfo se está usando cuatro de estas simples estructuras de ocho metros por cuatro y se recolecta 240 litros de agua cada noche y una cantidad similar durante el día, que sirve para la irrigación de cultivos agrícolas en la árida zona.
“Estas redes de niebla han mejorado nuestra calidad de vida. Podemos cultivar verduras para nuestras familias y usar esta humedad, que de otro modo se perdería, en lugar de tener que comprar agua. Nuestro sueño es hacer esta agua apta para beber”, declaró a la BBC Noe Neira Tocto poblador del lugar.
Los residentes de Bellavista, provienen como tantas miles de personas de zonas rurales que emigraron a la capital en busca de trabajo y mejores oportunidades de vida. La agricultura es algo natural para ellos.
“Toda persona que vive aquí es originaria de las zonas rurales. Para nosotros es natural cultivar y todos tenemos nuestras huertas”, sostuvo Olga Arce, quien emigro hace dos décadas a Lima.
Para los pobladores de Bellavista, este sistema de atrapar el agua de la niebla les permite sostenerse económicamente y alimentar a sus familias con las hortalizas que producen. Sin embargo no pueden usarla para consumo humano.
“Es increíble que se tiendan redes para Internet, teléfono y televisión por cable, pero no hay agua, la necesidad más básica para la vida humana” sostuvo Abel Cruz, quien encabeza el grupo Peruanos Sin Agua.
Decenas de miles de personas están emigrando hacia las ciudades debido a que el cambio climático está interrumpiendo el ritmo de las estaciones y afectando sus cultivos.
Para el Presidente de SEDAPAL, Guillermo León, ni los proyectos para traer agua del Amazonas, ni la desalinización del agua de mar tendrá efecto si no se mejoran los hábitos de consumo de la población. Según Leon, si la población en Lima sigue creciendo, es muy probable que tengamos que cambiar de capital o tal vez, sobrevivir atrapando niebla.
Con información BBC MUNDO
